XVIII Guerrero y poeta

No se qué me pasa. De repente, siento incontenibles ganas de llorar, aunque a veces estoy eufórico, con ánimo de abrazar al cielo. Y debo disimular mis extremos porque nadie me entiende; esperan un líder carismático, un guerrero espartano que les sirva de guía. El pasado me persigue y el presente me agobia. No soporto la idea de tener que cargar con tanta responsabilidad. Así es la guerra, nos confunde y modela en hombres nuevos. Tiago, ese anciano ¿quién lo diría? Por años pregonando un credo del que hoy abomina... Y Omar, ferviente islamita ha renegado de las promesas del profeta.

Este soy yo, Joaquín. Carne de cañón. Polvo y ceniza. Babilonia me quitó la alegría y hoy quiere arrebatarme el llanto. Yo soy Joaquín, modelo de entereza.