Friday, June 22, 2007

XVII 1040

>>>>Hemos dicho antes: "No habrá LIBERTAD hasta que no extirpemos al parásito". Como esto aún
>>>>no ha ocurrido, hemos decidido poner en marcha un
>>>>nuevo plan para descubrir al enemigo. Es tan simple
>>>>como rastrear en los contenidos de la red mensajes
>>>>potencialmente peligrosos. >>>>Pudimos detectar hace poco un mensaje subversivo
>>>>donde se pedía a la gente "mantener
>>>> la esperanza". Tal cosa no existe. La esperanza

>>>> es un pretexto mediocre para postergar la ACCIóN y la VERDAD.
>>>> HERMANOS, este es nuestro nuevo mensaje:
>>>> "Manténganse alerta, el plan 1040 está cerca de ser implantado"

>>>Atentamente,
>>>Gral. Paul
>>>"Por una mayor libertad e igualdad ¡Muerte a los necios!"

XVI Vago recuerdo

Tiago me ha ido cediendo cada vez más control sobre las actividades del campamento. He organizado células de trabajo, educación y socialización. Pocos refugiados han llegado al campamento después de nosotros y hemos convenido en repartir racionalmente los víveres, antes de hacer incursiones peligrosas en la ciudad sumida.

Tenemos un horario bastante flexible para desarrollar nuestras actividades; pero me inquieta más la calma que el ajetreo. Más preocupado me hallo en estos días, porque he empezado a desarrollar un sentimiento extraño hacia Sonia, ella es apenas una chiquilla, pero su rostro... No logro saber por qué su rostro trae a mi mente un vago recuerdo.

Joaquín

XV Niña alada

Ustedes son la generación más joven sobre la faz de la Tierra. La más joven y la más atormentada. No conocieron a sus padres, pues ellos estaban en el frente de batalla; sus madres, apenas podían llevarlos, en el mejor de los casos, a sus lugares de trabajo: Industrias bélicas que fabricaban productos para los países en guerra. Ustedes, chiquitos, han padecido más que ningún otro ser humano en épocas pasadas. Lloro con ustedes cuando ríen. Lloro porque daría todas las gotas de mi sangre por devolverles la alegría completa, la de familias unidas y esperanzadas, la de infancias dedicadas al canto y a los juegos.

Me aterroriza que crezcan, mis pequeños. ¿Quién podrá con un simple gesto, una caricia, trastocar esta realidad de infierno? Me cala hondo que no pueda ser un buen padre para todos ustedes. Detesto la carga de los años sobre mi cuerpo, más aún, mi falta de convicción. Sólo me aferro a esta vida por mi niña alada, por mi Sonia, la mayor de ustedes, que bien sabe de melancolía, a pesar de tener tan poquitos años.

Tiago

XIV Murmullos

Benny se ha ido apartando del grupo. Conozco la diferencia entre un chico tímido y uno reprimido; me parece que se está convirtiendo en lo segundo. Sus padres, una tragedia... no sobrevivieron a la guerra, cuando él era aún un crío. Entendería que fuese reflexivo de no ser por esos arrebatos de ira que rompen con la armonía con la que juegan los demás niños.

El otro día, apenas superada la fatalidad de haber estado enfermo, me pareció extraño su comportamiento, así que decidí seguirlo a la ciudad sumida. Parece que halló un nodo de red y no nos lo ha comunicado.

Se que puedo parecer paranoico, pero, cada que se aparta Benny del campamento, me parece escuchar murmullos. Una voz masculina lo hipnotiza, porque camina como atolondrado... No le he querido decir a Joaquín, el pobre está tan ocupado organizando el campamento... Temo que Benny un día vuelva de la ciudad sumida con noticias graves... o peor aún...

Omar

XIII Regalo del cielo

Omar superó la enfermedad de la redención. Joaquín hizo a un lado su parquedad característica y fué el primero en estrecharlo en sus brazos. Parecía abrazar a un recién llegado, un pariente que viene de visita a dar buenas nuevas a sus anfitriones. Nubia lloraba, mientras mordía un pañuelo poco higiénico. No disimulaba una angustia contenida de doce horas de desvelo.

Poco después, un par de avionetas volaron rápidamente sobre el campamento, dejando a su paso víveres e información de primera mano de otras partes del mundo: "Los ejércitos de restauración continúan avanzando en territorios hostiles. Si usted se encuentra en uno de ellos, mantenga la esperanza, cada vez estamos más cerca".

Sin saber lo que ocurría afuera, Omar daba gracias a sus compañeros por haberlo asistido en sus horas amargas. Decía que aquella amistad era un regalo del cielo.