Friday, June 22, 2007

XIII Regalo del cielo

Omar superó la enfermedad de la redención. Joaquín hizo a un lado su parquedad característica y fué el primero en estrecharlo en sus brazos. Parecía abrazar a un recién llegado, un pariente que viene de visita a dar buenas nuevas a sus anfitriones. Nubia lloraba, mientras mordía un pañuelo poco higiénico. No disimulaba una angustia contenida de doce horas de desvelo.

Poco después, un par de avionetas volaron rápidamente sobre el campamento, dejando a su paso víveres e información de primera mano de otras partes del mundo: "Los ejércitos de restauración continúan avanzando en territorios hostiles. Si usted se encuentra en uno de ellos, mantenga la esperanza, cada vez estamos más cerca".

Sin saber lo que ocurría afuera, Omar daba gracias a sus compañeros por haberlo asistido en sus horas amargas. Decía que aquella amistad era un regalo del cielo.