Friday, June 22, 2007

XV Niña alada

Ustedes son la generación más joven sobre la faz de la Tierra. La más joven y la más atormentada. No conocieron a sus padres, pues ellos estaban en el frente de batalla; sus madres, apenas podían llevarlos, en el mejor de los casos, a sus lugares de trabajo: Industrias bélicas que fabricaban productos para los países en guerra. Ustedes, chiquitos, han padecido más que ningún otro ser humano en épocas pasadas. Lloro con ustedes cuando ríen. Lloro porque daría todas las gotas de mi sangre por devolverles la alegría completa, la de familias unidas y esperanzadas, la de infancias dedicadas al canto y a los juegos.

Me aterroriza que crezcan, mis pequeños. ¿Quién podrá con un simple gesto, una caricia, trastocar esta realidad de infierno? Me cala hondo que no pueda ser un buen padre para todos ustedes. Detesto la carga de los años sobre mi cuerpo, más aún, mi falta de convicción. Sólo me aferro a esta vida por mi niña alada, por mi Sonia, la mayor de ustedes, que bien sabe de melancolía, a pesar de tener tan poquitos años.

Tiago