Monday, February 20, 2006

V Papá Tiago

Ayer vino Margarita a preguntarme cómo había conocido a papá Tiago. Como no es algo que me guste contar, le dije simplemente que lo conocí en su departamento de la ciudad sumida. Después, vino con otras chicas para insistir que querían conocer la historia de papá Tiago, ya que, de alguna manera, yo era la más cercana al viejo.

Cuando estaba a punto de decidirme a gritarles que se largaran. Benny llegó corriendo, con los pelos de punta, a decirme que había visto unas personas y que, seguramente, venían del otro lado de la frontera. Le avisé a papá Tiago, pero lo hallé más meditabundo que de costumbre. Últimamente habla mucho de la muerte... de su propia muerte. No es algo que me tenga muy contenta. Él es la única persona que me queda. No lo rescaté para quedármelo. No, eso sería egoísta. Pero en verdad, a veces quisiera arrebatarlo de esas personas que sólo vienen a llorar con él, a pedirles que juntos lloren sus muertos. Y quiero decirle porqué quise apellidarme Feijoo, como él.

Sonia