Friday, February 24, 2006

VI Extraños

Los extranjeros finalmente han llegado hasta nosotros. Sus ropas oscuras y raídas, sus cabellos magros y grises, son el marco perfecto para redondear nuestra desolación. Joaquín es el que parece el portavoz. A él se dirige Tiago para preguntar porqué han elegido esta ruta en la cual nos hemos hallado. Joaquín no responde, sino lanza una pregunta "¿Quién es vuestro líder?", pensando que el anciano Tiago no tiene la figura de un héroe o un hombre esforzado. Después, un silencio gordo y aplastante nos obliga a decir casi al unísono "Tiago". Él es nuestra cabeza y guía, sin embargo, no está acostumbrado a ese tipo de votos de confianza. Él simplemente nos escucha, llora junto a nuestros muertos y nos enseña a desarraigarnos de todo aquello que aprendimos como cierto.

Joaquín es una especie diferente de líder. Casi no habla, pero uno sólo de sus gestos es suficiente para motivar la acción de sus seguidores, casi todos ellos, una caricatura, una piltrafa. Joaquín es el que parece más humano, detrás de ese rostro ennegrecido y esos ojos como ascuas, palpita un caudal de emociones intensas y reflexiones aún más insondables. No respondió a la pregunta de Tiago, sino hasta dos días después de haberse asentado junto con nosotros. Lo hizo a voz en cuello, como para que no quedara duda de la dificultad que ello le provocaba, y de la necesidad de que no volviésemos a preguntar sobre ello. "Venimos aquí porque nuestras ciudades han sido destruidas, y aún así, nuestros victimarios persisten cerca de sus ruinas para asegurarse de que nadie vuelva a habitarlas...". De repente, la voz se le quiebra y grita hasta que el tuétano de nuestros huesos se estremece y nuestra sangre hierve a la temperatura de sus lágrimas y odio. "No venimos ni a pedir socorro ni a auxiliarlos. ¡Venimos huyendo de la vesanía y la desesperanza!"

Desde entonces, la gente ha comenzado a dejar de tratarlos como extraños. La ropa vieja, sucia y descosida que nos hermana, ha sido transustanciada en el abrigo del calor humano.